En Puerto Rico en 1975, Luz, de quince años, la niña más alta en su academia de baile y la única negra en un mar de cisnes de piel clara, pequeños y delicados, se lastima de gravedad en un accidente de auto. En 2017, en el Bronx, la hija adulta de Luz, Marysol, desearía que su madre la comprendiera mejor.